En Silencio

Sigo compartiendo sobre lo que ocurre en Lo Secreto. Esta vez lo entenderemos desde la vida de alguien quien le tocó tantas cosas en lo secreto que dice la Biblia que Dios estaba con él y mostrándole Su amor. Es José, el hijo de Jacob, el que soñaba e interpretaba sueños. Desde Génesis 37 versículos 12 a 36, José comenzó a experimentar situaciones que lo llevaron sufrir sin que nadie más se diera cuenta, sino Dios y él. Ahí en este primer pasaje sus hermanos querían matarlo porque él había soñado que ellos se rendirían ante él mismo, lo cual les causo muchísima molestia, tan es así que se confabularon para que ese día que Jacob le había mandado a ver cómo estaban ellos, le quitaran la vida. Sin embargo, su hermano Judá abogó y mejor lo vendieron. La situación ya era difícil para José, puesto que era sentir el desprecio de sus hermanos, la angustia de la muerte, y ahora el hecho de ser considerado solo como un esclavo. Imagínese ese momento en donde va, junto con otros esclavos, rumbo a Egipto, simplemente es desolador. Y aquí está el primer aprendizaje de vivir como José en Lo Secreto, van a haber situaciones donde vamos a estar solos, me refiero sin personas a nuestro lado, sufriendo, entendiendo que Dios las permite con un propósito. 

 Seguidamente, comienza otro proceso con José. En Génesis 39, se describe cómo en la casa de Potifar, se había estabilizado su vida otra vez, sin embargo volvió a ocurrir algo en Lo Secreto: la esposa del Militar lo acosa. Es obvio que ella no lo hacía en público, cada situación donde estaban solos, ella lo molestaba, y él la rechazaba una y otra vez. Acá tenemos el segundo aprendizaje, cuando solo estaban ellos, y José decidió no pecar contra Dios, entendemos que habrán momentos donde tendremos que tomar decisiones radicales en Lo Secreto. Esto no será fácil, ya que podrán traer dificultades, pero aun así debemos hacerlo para mostrar de qué estamos hechos.


En el tercer momento vuelve José a estar en el lugar de desprecio, de desolación, donde cualquiera diría que es una derrota más en la vida: él en la cárcel. José va preso por la supuesta denuncia de la esposa de Potifar, la verdad la sacó barata, podría haber muerto por esto. Sin embargo, como lo describe la Biblia es impresionante, porque Dios es el único que puede volver un lugar de perdición, un lugar de victoria total, es capaz de usar un lugar de derrota para mostrar Su gloria y Su poder.  Desde la cárcel, Dios hizo que José se convirtiera en el segundo del faraón. Es decir, Dios hace que a través de lo que le había dado a él desde siempre que era soñar e interpretar los sueños, fuera de bendición y ayuda para el copero, el faraón y Egipto. Si no sabe el resto de la historia le invito a que siga leyendo en Génesis, de todos modos le anticipo que José se volvió muy poderoso en Egipto, tan poderoso que mandaba como rey. Y cuenta en Génesis 41, 50-52 dice que José se casó y tuvos dos hijos, uno Manasés porque dijo: «Dios ha hecho que me olvide de todos mis problemas y de la familia de mi padre»; el segundo Efraín, porque dijo: «Dios permitió que yo tuviera hijos en este país donde he sufrido tanto». Es decir que José, en Lo Secreto, llevaba un dolor inmenso por todo lo vivido. Sin embargo, acá quiero dejarle el tercer aprendizaje, cuando José prefirió agradar a Dios antes que él mismo en Lo secreto, Él lo recompensó en público. Esto es, Dios ve lo que hacemos en lo secreto, y si es de su agrado, él hará grandes cosas con usted en lo público. Aun a pesar del panorama, de su historia familiar, Dios le dio a José una nación entera. 
Acá la pregunta es qué ha ocurrido en su vida secreta, como para estar confiado de que Dios va a respaldarlo en lo público. Que todo lo que usted ha hecho es sembrar porque un día va a recoger en Dios. Si no ha sido así, en Jesús hay esperanza de vida, y determine que todo va a ser diferente en usted. Por eso ore con los tres aprendizajes que le comparto: 1. Dios permite que ocurran dificultades para un propósito grande. 2. Tomar decisiones radicales, para saber de qué estamos hechos. 3. Dios recompensará en público lo que  yo decida hacer en lo secreto, entendiendo que si fue malo, así mismo la recompensa; pero si fue para Su gloria, no dimensionamos hasta dónde nos llevará.
Órele a Dios, analice su vida, y si es necesario, establezca nuevos caminos allá, en Lo secreto

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